La familia

Quizás sorprenda al lector pero la familia no es algo que se deba tomar por sentado o hecho. Primero por que la realidad y la vida nos han enseñado muchas veces que existen familias desestructuradas, rotas, familias en las que las relaciones entre parientes cercanos son inexistentes o basadas en la envidia o el rencor. Segundo porque las relaciones dentro de la familia necesitan del mismo mimo que las relaciones de amistad. Si no se cuidan, se pierden. Quizás muchas personas que se sienten azotadas por la vida cuando llevan tanto tiempo buscando trabajo que hasta han perdido la esperanza de encontrarlo o se sienten impotentes cuando su banco ejecuta la hipoteca  o ven perdido todo su patrimonio por que su pequeño negocio ha quebrado o sienten derrumbarse todo su mundo por la aparición de una enfermedad grave, se sentirían mucho más aliviados y quizás más felices si fueran capaces de ver y valorar ese pequeño tesoro llamado familia.

Informarse requiere de esfuerzo e inteligencia

Quizás sorprenda al lector el título de la entrada; pero es cierto. Informarse requiere de esfuerzo e inteligencia. Vivimos en un mundo donde las noticias se suceden unas a otras a gran velocidad, donde la información es tratada como un espectáculo más en los medios televisivos. De hecho, los titulares hoy más que nunca buscan impactar ya que los propios editores saben que en muy poco tiempo el contenido de la información es olvidado por la gente que los ve, lee y oye. De esta forma las noticias ya no buscan informar al publico sino despertarles emociones y reacciones compulsivas. Emociones que a veces pasan tan rápido como la sorpresa que provocan. Por lo tanto, hoy en día, estar bien informado requiere de búsqueda de información normalmente en medios y círculos ajenos a la vorágine del día a día. Entonces es cuando informarse requiere de esfuerzo e inteligencia. Por ejemplo, leer la sección de Internacional de un periódico online es desinformarse, leer Le Monde Diplomatique exige esfuerzo; pero nos da las claves para empezar a entender las complejas relaciones internacionales entre países.

Distopía

Nuestro joven pino todavía no se ha desecho del pericarpio y hoy se aprecia como una nueva hoja acicular se abre paso a través de esa pielecita marrón. Sigue creciendo. Sigue avanzando, como año tras año la ciencia médica avanza. Por ejemplo, hace unos meses nos enterábamos por los medios de comunicación, que gustan nutrirse de este tipo de noticias, de que en el Instituto de Biocencias Moleculares de la Universidad de Queensland habían conseguido formar un pequeño riñón a partir de células madre en su laboratorio. Ante este avance y otros similares, que no olvidemos son fruto de investigaciones que cada vez necesitan de más y más recursos, me surgen preguntas de naturaleza ética. Pareciera que, al igual que ocurre en casos como la nueva vacuna contra la hepatitis c, los avances médicos en un futuro solo estarán disponibles para aquellos países y personas con los recursos económicos suficientes para afrontar los grandes costes de la salud. Mientras algunas políticas se dan prisa en desmantelar los sistemas públicos de salud, sin evidencia alguna de menores costes a largo y medio plazo en la gestión de la salud, el acceso a la salud pública se dificulta para algunos segmentos de la población, a la vez que a aquellos que pueden contribuir a la Seguridad Social se les anima a contratar seguros privados de salud. Una visión distópica, en la que solo algunos tienen acceso a los tratamientos de última generación, representada en películas como Elysium, es una realidad cuando hablamos de países pobres o poblaciones de inmigrantes sin papeles.

Libertad individual vs libertad del ciudadano

Al contrario de lo que puedan pensar algunos, las normas y las leyes en los países democráticos no buscan el control de sus ciudadanos; pero lo que sí que buscan es facilitar la buena convivencia entre las gentes, a la vez que dan a los ciudadanos marcos jurídicos en los que puedan actuar con la seguridad de que sus acciones no van a ser puestas en tela de juicio de manera arbitraria por las autoridades, administraciones u otros conciudadanos. En este contexto, la libertad de los ciudadanos bien entendida es la libertad para obrar dentro de los marcos jurídicos establecidos. Por ejemplo, utilizando los cauces legalmente establecidos para oponerse a todas aquellas situaciones injustas conocidas que afecten a uno mismo o a otras personas o para modificar el propio marco jurídico. Si para el individuo la libertad es la exigencia de buscar su propia realización y felicidad, para el ciudadano la libertad es perseguir marcos de convivencia seguros desde el punto de vista jurídico.

Entrecot y secretos de cerdo

Quizás sorprenda al lector, pero hace unos meses un buen hombre, conocedor de la realidad valenciana, activista en movimientos político sociales de la ciudad del Turia, me comentó que el cincuenta por ciento de los bares tradicionales de Valencia pertenece ya a ciudadanos de origen chino, esto sucede a la vez que han ido cerrando algunos de los clásicos restaurantes chinos. Llama la atención que los nuevos propietarios mantienen las cartas y menús tradicionales de sus anteriores dueños. Como en sus tiendas multiproducto, compiten por precio con otros bares de barrio, pero regentados por españoles. Al mantener las mismas cartas y menú ofrecen los bocadillos y tapas a los que los españoles en general y los valencianos en particular estamos acostumbrados. Raciones de calamares o sepia a la plancha se mezclan con bocadillos con nombres de sobra conocidos: Serranitos, almusafes, brascadas y chivitos son algunos de estos entrepanes. Quizás la calidad de la cocina y los ingredientes no sea su fuerte, pero no es menor que la de esos mismos bares cuando eran regentados por españoles. No obstante, también los hay en los que se puede comer muy bien y barato. Ayer mismo cenaba, no en Valencia, pero sí en uno de estos bares ahora regentados por chinos, situado en Les Fonts de Terrassa, carne a la brasa (entrecot y secretos de cerdo) acompañado de vegetales a la plancha y creánme que, sin ser el mejor entrecot que he comido, la cena resultó tan buena como en cualquier otro restaurante de barrio, especialmente deliciosas resultaron ser las piezas de secretos.

Se trata de nuevas formas de hacer política

Al igual que nuestro joven pino experimentó cambios notables en sus primeros días de vida, mis circunstancias personales han experimentado también cambios importantes. Uno de ellos ha sido venir a vivir a Cataluña. Aquí he podido tomar el pulso a la realidad catalana y a los diferentes discursos frente a la propuesta soberanista de Artur Mas. La conclusión a la que llego es que aquellos que apoyan la consulta esperando un resultado favorable a la independencia lo hacen básicamente por el descontento con la actual situación, los ciclos de crisis económica siempre han dado pie a propuestas que en otro contexto no se habrían producido; pero sobre todo lo hacen por el convencimiento de que es hora de probar algo diferente. Sin embargo la pregunta que se deben hacer los partidarios de una Cataluña independiente  es si de verdad necesitan un país diferente o si por lo contrario necesitan políticos y políticas diferentes. Convergència i Unió en el poder desde 1980 con un breve paréntesis de siete años (1980-2003 y 2010-actualidad) necesariamente debe tener una cuota muy alta de responsabilidad en la situación de la actual Cataluña, o dicho de otra forma, si tras una supuesta ruptura con España los mismos políticos y partidos involucrados en el caso Millet o caso Pujol son los que van a seguir llevando las riendas de Cataluña con mismas formas de hacer política, el cambio solo puede ser un paso hacia el abismo. Cataluña al igual que España no necesita un país diferente; pero sí nuevas formas de hacer política y nuevos políticos y todo esto por higiene democrática.

Relaciones parentales con hijos no biológicos

Uno de los momentos clave en una relación de pareja que inicia su andadura y en la que uno de los dos o los dos tienen hijos pequeños fruto de una relación anterior, se produce cuando el hijo de uno de ellos y la nueva pareja dejan de verse como "la pareja de mi madre o padre" y como "el hijo de mi pareja"; y pasan a verse como "mi nuevo padre" y "mi hijo" al que también educo. Este paso de reconocerse como nuevo padre e hijo es fundamental para el desarrollo y la estabilidad de la convivencia en la nueva familia. Ese momento crucial no surge de manera espontánea en los primeros encuentros y requiere tiempo de convivencia. El peor escenario que puede pasar es que el hijo no acepte a la nueva pareja; pero si ese no es el caso ese cambio en la forma de ver al otro se dará a medida que ambos van ganando confianza el uno en el otro. Además, no podemos olvidar que el hijo normalmente esperará que la nueva pareja que llega a su vida adopte el papel de educador ya que esto le aporta seguridad al tener unos referentes claros en ambos adultos.

Crisis y patrón de consumo

Si bien los primeros días pudimos observar cambios espectaculares en nuestro joven pino, durante los últimos días, exactamente desde el pasado sábado, los cambios apenas son visibles. De alguna forma lo mismo ha pasado con la crisis económica que comenzara en un ya lejano 2007. Los cambios al principio fueron espectaculares, ahora parece todo estancado, congelado, parado. Sin embargo unos de esos giros bruscos fue el cambio de patrón en la forma de consumir. Atrás quedó, para la inmensa mayoría, las compras alegres. Uno de esos negocios que ha notado especialmente la crisis son las fruterías. La gente que antes compraba, como digo, alegremente frutas y verduras, ahora compra unidades contadas con celo. Si alguien necesita dos patatas y tres peras compra exactamente eso. Un frutero me comentaba que su negocio ahora parece un kiosco: Un periódico, un paquete de tabaco y quizás dos o tres golosinas, es decir, dos patatas, una cebolla, y quizás seis o siete judías con vaina: el hervido valenciano no necesita más.

  

Ruido

Al igual que a nuestro joven pino puede estresarle la falta de humedad, a nosotros nos pueden estresar multitud de factores y estímulos. Precisamente unos de esos estímulos que puede llegar a resultar muy estresante es el ruido. Desgraciadamente poco o muy poco se ha hecho en nuestras ciudades para que estas sean cada vez menos ruidosas. El ruido contamina, estresa, dificulta el descanso y reduce el rendimiento. También convierte un encuentro familiar o entre amigos en algo menos placentero, sobre todo cuando las voces, cada vez más altas, compiten con la música y otros ruidos del entorno. En el Reino Unido la cadena JD Whetherspoon lo vio claro hace muchos años. Es una cadena de Pubs libres de ruido. Sin música, ni televisiones, ni máquinas o aparatos que puedan producir ruido, además sin humos. Una verdadera delicia que siempre he echado de menos en España.

Somos lo que decidimos

Podría decirse que nuestro joven pino se haya en su infancia ignorante de como será su vida adulta. Quizás no lo hayan pensado antes; pero ya desde nuestra infancia empezamos a tomar decisiones. Cuando jugábamos con unos compañeros de clase y no con otros, decidíamos; cuando nos reíamos de algún niño de clase por la broma o el comentario hiriente o jocoso de otro, decidíamos; cuando no preparábamos bien un examen, decidíamos. Y volvíamos a hacerlo cuando nos tomábamos la comida preparada en casa o dejábamos de hacerlo. Lo cierto es que los niños toman decisiones continuamente. No saben que lo hacen porque nadie les ha enseñado a tomar decisiones. Sin embargo, con cada nueva decisión tomada van moldeando su futuro, su carácter, su personalidad. Por que al final, cuando vamos cumpliendo años, nos vamos dando cuenta de que somos el resultado de nuestras decisiones. Quizás por eso una de las cosas más importantes que habría que enseñarle a un niño desde muy pequeñito es a tomar decisiones, a ser conscientes de que cada acto es una decisión y también que al final el conjunto de decisiones tomadas nos definen y definen nuestra vida. Somos lo que decidimos.

La práctica de la meditación

Si bien nuestro joven pino tuvo sus primeros seis días de espectacular desarrollo ahora parece que ha enlentecido sus cambios, que se toma su tiempo, que medita. Precisamente no son pocas las personas que en los últimos tiempos se han iniciado en la meditación como una forma de enlentecer y controlar el vertiginoso ritmo de sus pensamientos, sobre todo ahora que no son pocos los psiquiatras y psicólogos que nos advierten de que nuestra mente, activa la mayor parte del tiempo, pero a la vez muy perezosa en su forma de funcionar, produce muchos pensamientos de escasa calidad o son directamente productos basura que no nos aportan nada en absoluto. Yo mismo me he acercado e iniciado en dos técnicas de meditación asistido por maestros Budistas Triratna. La primera, el seguimiento de la respiración, y la segunda, Metta bhavana o el cultivo de las emociones y, por lo tanto, de un estado mental positivo y creativo. La primera técnica, el seguimiento de la respiración, puede resultar más fácil en algún centro de meditación, es decir, los ejercicios guiados, el concurso de los otros practicantes de la meditación y la misma sala de meditación otorgan pleno sentido al momento de meditar y predisponen cuerpo y mente a una practica provechosa. Respecto a la segunda técnica de meditación, Metta bhavana, el cultivo de las emociones positivas y creativas podría ser más fácil en soledad. En esta segunda técnica partimos de un pensamiento para evocar emociones positivas y creativas relacionadas con nosotros mismos y nuestro entorno. Veámoslo con un ejemplo, el recuerdo de un momento feliz en el pasado debería ser capaz de generar una emoción positiva. En cualquier caso la práctica de la meditación no devuelve resultados de manera inmediata; pero gracias a la meditación y muy especialmente al cultivo de las emociones positivas podemos mejorar nuestras relaciones interpersonales.

Pueblos Indígenas de Colombia

Al igual que nuestro pino tiene su origen más allá de nuestras fronteras, es italiano su piñón, parte de mi familia (padre) tiene también origen más allá de nuestras fronteras, exactamente colombiano. Precisamente siempre me ha llamado la atención que una de las características más llamativas de la cultura política colombiana haya sido el bipartidismo. Así la vida política de Colombia está estrechamente ligada a los dos partidos tradicionales: Partido Liberal y Partido Conservador. No en vano Colombia tiene uno de los pocos sistemas bipartidistas más viejos de la región. Ambos partidos han contribuido a moldear la sociedad colombiana a la vez que la dividían no solo durante el siglo XIX sino también durante todo el siglo XX en dos claros segmentos sociales que no necesariamente se alineaban con clásicas diferencias entre zonas urbanas o rurales, entre élites o masas o entre proletariado o burguesía empresarial.

Hoy en día, cuando se termina el segundo decenio por los pueblos indígenas del mundo (2005-2014) los pueblos indígenas de Colombia se siguen enfrentando a un sistema político caracterizado por el exclusionismo como forma tradicional de hacer política, por ejemplo Alianza Nacional Popular de Rojas Pinilla fue rápidamente desmantelado cuando se erigió en amenaza para el bipartidismo; por el clientelismo como forma tradicional de movilidad hacia las clases más altas utilizada por las minorías y los grupos indígenas y fomentado por ambos partidos; por la violencia como forma tradicional de resolver las diferencias, históricamente los dos partidos han acogido la violencia para resolver sus diferencias, violencia que ha terminado por invadir todas las esferas públicas y privadas. Sin ningún genero de dudas, si contemplar un árbol monumental nos conecta con la tierra, las culturas indígenas nos enseñan a vivir en armonía con la tierra a la vez que nos recuerdan que todavía hoy se enfrentan a grandes retos en ocasiones en sistemas políticos dominantes hostiles.

Humanismo

Contemplo a nuestro joven pino y veo a ciertas especies de algas verdes haciendo una transición permanente hacia el medio terrestre y seco. Sin ningún género de dudas la evolución de las especies es conocida, simplemente no la hemos observado mientras estaba ocurriendo. Entonces, ¿dónde quedan las religiones y sus explicaciones creacionistas de cuanto podemos ver? El pensamiento mágico de los hechiceros de las primeras tribus seguramente ya pretendía explicar el mundo, de la misma forma que posteriormente las religiones también ofrecerían explicaciones del origen del mundo, los animales y los hombres. Los relatos creacionistas cumplieron su misión, los hay de gran belleza como el Popol Vuh. Sin embargo, las religiones que llegaron a dominar el pensamiento occidental durante siglos y lo dominan en algunas regiones del globo hasta el punto de que en algunos paises la religión es un estado mental que lo abarca y lo empapa todo, la vida privada y pública hasta sus más mínimos detalles, que asimila y confunde política y religión, como el islam y el corán para sus seguidores que lo son todo, que lo invade todo y que no acepta la discrepancia, que son la esencia del pensamiento público y privado, y que son un sistema radicalmente diferente de concebir el ser humano y su sociedad, como una civilización no laica, deben ser dejadas atrás. Es en el pensamiento humanista, lugar en el que la razón logra valor supremo, donde me hallo más cómodo.

Días Perdidos

Así como nuestro pino aprovecha cada día para seguir creciendo, se aprecia su tallo algo más grueso, nosotros deberíamos aprovechar cada día al máximo, como si en ello nos fuera la vida porque en el fondo se trata de eso, de vivir intensamente y no perder nuestra mente en asuntos y cosas que solo proporcionan sufrimiento a uno mismo y a los demás. Los días perdidos, esos que yo también he perdido en el pasado, no vuelven. Aprendamos del pequeño árbol esta lección: vivir cada día al máximo, intensamente, dejando florecer lo mejor de nosotros mismos.

La amistad

Nuestro pequeño y todavía frágil pino hoy ha comenzado a desplegar sus hojas aciculares ajeno a la realidad de seguidores, amigos, círculos, contactos de las ya casi incontables redes sociales. Seguramente nadie en la vida real gestiona o es capaz de gestionar tantos conocidos, pero son muchos los que acumulan personas en sus cuentas y perfiles de forma tal que pareciera que la valía de una persona se mide por el número de seguidores, contactos profesionales o amigos. Ahora las empresas quieren ser social, incluso hay una eléctrica con su propia red social para clientes y sí, creanme, la gente también acumula amigos allí. Pero la verdadera amistad, aquella que yo vivo, aquella que está ahí cuando todo lo demás parece desmoronarse no necesita de redes sociales. Esa amistad se alimenta de encuentros en la cafetería de la esquina o de largos paseos y confidencias a media tarde por la calle de la Paz, que es esa calle por la que te gusta caminar de tu ciudad o pueblo. Si el amor transforma, la amistad aporta bienestar y calidad de vida. 

El amor

De la misma forma que los cuidados han obrado el milagro que vemos con alegría en nuestro árbol, se aprecian lo que seguramente son las primeras acículas del pino, el amor es una fuerza transformadora capaz de empequeñecer la enfermedad mental. Sin duda alguna son muchas las reflexiones que se han hecho sobre el amor. No en balde hasta los alumnos de psicología lo estudian cuando abordan el tema de las emociones. Pero el amor es sobre todo una experiencia transformadora capaz, como digo, de empequeñecer la enfermedad mental. Ya conoce el lector que hace algunos años, quizás demasiados, fui diagnosticado de esquizofrenia. Sin embargo el amor, ha permitido que mi mente haya abandonado la prisión en la que se hallaba para volcarse en otra persona a la que amo y me ama. De hecho, mi reflexión no pretende valorar los diferentes tipos de amor, como el amor materno-filial, el amor fraternal o el amor comprometido pero falto de intimidad y pasión tan propio de los clérigos. Me refiero pues al amor entre dos personas, a aquel que busca con igual intensidad la intimidad, el compromiso y la pasión. Este amor tiene profundas y beneficiosas consecuencias, así transforma a la persona al aportarle seguridad, al despertar en uno la querencia por las relaciones interpersonales, al permitirle a uno cubrir las necesidades de aceptación o al poner a su alcance una experiencia del sexo que a su vez termina aportando estabilidad mental. Además el logro personal de este amor contribuye a la sensación de felicidad.

Las creencias

Así como el brote de este pino va cambiando cada día, las personas podemos renacer, cambiar. Hay etapas en la vida en las que nos sentimos atrapados y con la sensación de que nada de lo que hacemos nos puede ayudar. Sabemos, eso sí, que la vida que llevamos no es la que nos gustaría llevar; pero permanecemos presos de nuestras creencias y quizá también de nuestros miedos. De alguna forma, por culpa de nuestras creencias no nos atrevemos a ser felices. Son precisamente nuestras creencias las que nos limitan o nos impulsan a un estado mejor. Confieso al lector que mis creencias han jugado un papel muy importante durante más de una década, tiempo en el que fui diagnosticado de esquizofrenia paranoide. Mis creencias durante mucho tiempo me impidieron disfrutar de mi ciudad; también de mi familia y hasta es posible que de mis amigos. Mañana, acompañaré la foto del pequeño pino con una reflexión sobre el amor. 

El brote

No sorprenderá al lector que, tras algunos años de presencia en la red, vuelva con un nuevo proyecto. En esta ocasión tomo como excusa el brote de un pino, son varios los plantados, para mostrar en fotografías como este pequeño árbol va creciendo día a día desde el piñón, acompañando cada imagen con breves reflexiones y pensamientos sobre el día a día y las pequeñas circunstancias que van rodeando y asomándose a mi vida. La enseñanza seguramente está en el propio árbol.