martes, 19 de agosto de 2014

Somos lo que decidimos


Podría decirse que nuestro joven pino se haya en su infancia ignorante de como será su vida adulta. Quizás no lo hayan pensado antes; pero ya desde nuestra infancia empezamos a tomar decisiones. Cuando jugábamos con unos compañeros de clase y no con otros, decidíamos; cuando nos reíamos de algún niño de clase por la broma o el comentario hiriente o jocoso de otro, decidíamos; cuando no preparábamos bien un examen, decidíamos. Y volvíamos a hacerlo cuando nos tomábamos la comida preparada en casa o dejábamos de hacerlo. Lo cierto es que los niños toman decisiones continuamente. No saben que lo hacen porque nadie les ha enseñado a tomar decisiones. Sin embargo, con cada nueva decisión tomada van moldeando su futuro, su carácter, su personalidad. Por que al final, cuando vamos cumpliendo años, nos vamos dando cuenta de que somos el resultado de nuestras decisiones. Quizás por eso una de las cosas más importantes que habría que enseñarle a un niño desde muy pequeñito es a tomar decisiones, a ser conscientes de que cada acto es una decisión y también que al final el conjunto de decisiones tomadas nos definen y definen nuestra vida. Somos lo que decidimos.

4 comentarios:

  1. Durante muchos años pensé que eramos "libres para elegir y esclavos de nuestras elecciones" y que no podíamos volver atrás, después comprobé que sí se podía, aunque no sin coste. Sin embargo, puede que a veces, merezca la pena.
    Asun

    ResponderEliminar
  2. Interesante reflexión que quizá sea objeto de una entrada más adelante.
    ¡Bienvenida al blog!

    ResponderEliminar
  3. Qué identificada me siento con esta entrada... tomé tantas malas decisiones en mi vida que no sé muy bien quién soy...

    ResponderEliminar
  4. Nuevas decisiones pueden llevarnos a encontrarnos con nosotros mismos. Al final la vida es atreverse a ser feliz siendo uno mismo.

    ResponderEliminar