jueves, 21 de agosto de 2014

Crisis y patrón de consumo


Si bien los primeros días pudimos observar cambios espectaculares en nuestro joven pino, durante los últimos días, exactamente desde el pasado sábado, los cambios apenas son visibles. De alguna forma lo mismo ha pasado con la crisis económica que comenzara en un ya lejano 2007. Los cambios al principio fueron espectaculares, ahora parece todo estancado, congelado, parado. Sin embargo unos de esos giros bruscos fue el cambio de patrón en la forma de consumir. Atrás quedó, para la inmensa mayoría, las compras alegres. Uno de esos negocios que ha notado especialmente la crisis son las fruterías. La gente que antes compraba, como digo, alegremente frutas y verduras, ahora compra unidades contadas con celo. Si alguien necesita dos patatas y tres peras compra exactamente eso. Un frutero me comentaba que su negocio ahora parece un kiosco: Un periódico, un paquete de tabaco y quizás dos o tres golosinas, es decir, dos patatas, una cebolla, y quizás seis o siete judías con vaina: el hervido valenciano no necesita más.
  

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